¿CÓMO SOLUCIONAR LA ANSIEDAD?: LA ANSIEDAD Y LAS TÉCNICAS DE RELAJACIÓN

¿CÓMO SOLUCIONAR LA ANSIEDAD?: LA ANSIEDAD Y LAS TÉCNICAS DE RELAJACIÓN

¿COMO SOLUCIONAR LA ANSIEDAD?: LA ANSIEDAD Y LAS TÉCNICAS DE RELAJACIÓN

Desde el negocio de la autoayuda, los “gurús” de la felicidad nos venden repetitivamente que para controlar la ansiedad hemos de utilizar técnicas de contraposición a la misma como las famosas técnicas de relajación o de respiración. Es una verdad a medias, o una mentira a medias, según se mire. Es innegable que las técnicas de relajación y respiración  pueden ayudar, pero siempre cuando la ansiedad no sea un problema en el que hayamos quedado atrapados como en un bucle.

La lógica del sentido común refrenda la idea de que para solucionar la ansiedad hemos de aprender a relajarnos. Es lógico: si tenemos algo que nos molesta en el zapato, lo que tenemos que hacer es quitar la molestia y continuar nuestro camino, libres del malestar. Pero en cuanto a lo que pasa dentro de nosotros (pensamientos, sensaciones, recuerdos…) las “reglas del juego” cambian: ¿cuántas veces intentamos a toda costa dejar de pensar o de sentir algo que nos molesta pero, cuanto más intentamos liberarnos de ello, más nos perturba?  Es cómo intentar huir de nuestra propia sombra porque nos asusta: cuanto más rápido vayamos, más rápido va a ir nuestra sombra persiguiéndonos.

El entorno cercano (familiares, amigos…) de una persona con ansiedad, intenta, con la mejor de las intenciones ayudar a su ser querido. Pero como bien sabemos por el refrán muchas veces “el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones”. Algunas de las intervenciones que suele poner en marcha el entorno son: preguntar con frecuencia cómo está la persona (recordándole que tiene un problema), instándole a que deje de “rallarse” o de pensar tanto (lo que genera más relevancia a los pensamientos y sensaciones incómodas), decirle que no se tome las cosas tan a pecho y que se relaje (sintiéndose incomprendido…)

Normalmente, esta ayuda por parte de la gente cercana, totalmente bienintencionada, no se percibe como una ayuda sino como una sensación de incomprensión que exacerba más el problema. Si fuese tan simple como dar a un botón y apagar la ansiedad, la persona ya lo hubiese hecho sin dudar un momento. Si nuestro cerebro estuviese concebido desde la lógica del sentido común sería muy sencillo combatir los trastornos de ansiedad: pero nuestro cerebro es contradictorio y a veces paradójico: es por ello por lo que las personas que sufren alguno de estos trastornos son víctimas de sus propios mecanismos para gestionar la ansiedad: cuanto más intentan controlarla más se apodera la ansiedad de ellos.

¿Qué podemos hacer por lo tanto para intentar solventar la ansiedad?

Dentro de los nuevos procedimientos clínicos, en el desarrollo de las terapias de tercera generación, han comprobado experimentalmente y de manera práctica que la manera para poder aceptar y desbloquear el patrón de la ansiedad de manera perdurable es entrenar deliberadamente en poder provocarla. Cuando nos exponemos deliberadamente a las reacciones de nuestro sistema psicofisiológico sin huir y sin evitar, simplemente aceptando, acercándonos y provocando esas sensaciones, se reactivan los mecanismos de homeostasis y el cerebro deja de dar la señal de peligro ante nuestras propias sensaciones corporales. “La mejor manera de mantener el control es provocar el descontrol”.

Para ello, si la ansiedad está siendo bloqueante y perdurable en el tiempo es necesario acudir a un especialista para que, mediante un análisis pormenorizado de los síntomas y las soluciones que se han aplicado hasta el momento, pueda poner en marcha un protocolo de actuación con ejercicios y técnicas concretas para poder desbloquear el círculo vicioso de la ansiedad. Afortunadamente, la práctica clínica ha avanzado mucho en los últimos años y tenemos protocolos de intervención muy eficientes, ya no necesitamos largas e ineficientes terapias para producir cambios perdurables. Volviendo al principio, podemos utilizar técnicas de relajación y respiración, pero sobre todo como hábito de salud física y emocional, NO como método para eliminar la ansiedad, al igual que nos lavamos los dientes para tener una buena salud bucodental, pero de nada serviría lavárnoslos como método para eliminar una caries o una infección.

Si necesitas más información sobre los problemas de ansiedad puedes consultar nuestra metodología, y si necesitas información más personalizada no dudes en ponerte en contacto con nosotros.

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