ANSIEDAD: ATAQUE DE PÁNICO

EL TRASTORNO POR ATAQUE DE PÁNICO ¿QUÉ ES?


El trastorno por ataque de pánico se presenta con una aparición súbita de sintomatología de ansiedad tales como nauseas, taquicardia, hiperventilación, miedo a perder el control o a volverse loco/a. Esta aparición súbita provoca un miedo a las propias reacciones psicofisiológicas. Esta aparición abrupta genera un proceso de “miedo al miedo”: las reacciones fisiológicas tales como el aumento de la tasa cardíaca detonan el miedo, y cuanto más se esfuerza la persona en intentar controlarlas, más se disparan, produciéndose un bucle paradójico por el cual las propias reacciones corporales que se temen, disparan el miedo y el miedo dispara las reacciones corporales temidas. El miedo patológico se tiene a expandir a las principales áreas de funcionamiento de la persona, pudiendo producirse o no, un trastorno de evitación agorafóbica con el fin de controlar las reacciones de miedo, que paradójicamente pasan a controlar a la persona.

¿CÓMO SE ORIGINAN Y SE MANTIENEN LOS ATAQUES DE PÁNICO?


1. Se produce una primera experiencia (real o imaginaria) relacionada con la aparición súbita de reacciones psicofisiológicas perturbadoras. La persona lo vive intensamente como una situación altamente perturbadora entrando en pánico. Puede estar relacionado con la vivencia abrupta de una experiencia traumática que sobreactive las respuestas psicofisiológicas de miedo intenso.

2. La persona pone en marcha una serie de SOLUCIONES INTENTADAS con el fin de reducir, controlar o combatir las reacciones psicofisiológicas de ansiedad abrupta. Por ejemplo, la persona podría comenzar a intentar respirar para tranquilizarse, decirse cosas positivas para que no aparezcan los síntomas, intentar eliminar los pensamientos negativos, controlar las sensaciones, auto-observarse constantemente para estar “preparada” para un posible ataque de pánico.

3. Se empiezan a producir los primeros efectos paradójicos y a configurarse el trastorno. Las soluciones intentadas que la persona comienza a aplicar trasforman el problema en un trastorno: cuanto más intenta controlar la ansiedad más se dispara, por lo que se cristaliza el MIEDO AL MIEDO propio de los ataques de pánico.

4. Se produce un incremento en la intensidad y frecuencia de las SOLUCIONES que la persona aplica a su propio problema (más intentos de control…) El trastorno va progresivamente cristalizándose, produciéndose una “trampa” por la cuál a corto plazo las soluciones intentadas (control de la respiración, desconectar, huir de la situación, llamar a alguien…) alivian el problema a corto plazo, pero a medio y largo plazo se está alimentando un trastorno de pánico. El patrón se automatiza y lo hacemos sin darnos cuenta: nos convertimos en víctimas de nuestra propia trampa.

TRATAMIENTO DE LOS ATAQUES DE PÁNICO


En EL TALLER EMOCIONAL, trabajamos con un protocolo terapéutico para liberar a la persona de las “trampas” que sin darse cuenta ha construido para protegerse del sufrimiento, pero que al mismo tiempo lo están manteniendo y amplificándolo.

Las SOLUCIONES INTENTADAS típicas en el TRASTORNO DE PÁNICO son 2:

  • EL CONTROL (que lleva al descontrol): la persona intenta bien de manera anticipatoria (observándose constantemente) o bien en el momento en el que suceden los síntomas, controlar las reacciones ansiedad para que no derive en pánico. Lamentablemente la persona paradójicamente no solo no logra eliminar los síntomas, sino que sin darse cuenta los aviva y los generaliza a más situaciones de su vida cotidiana.

 

  • EVITACIÓN: la persona tiende a evitar las situaciones que le previsiblemente le generarán ansiedad, produciéndose una cárcel invisible a su alrededor donde cada vez más situaciones quedan restringidas. De la misma manera la persona tiende a evitar cualquier síntoma interno (aumento en la tasa cardiaca, respiración agitada…) al querer evitar los síntomas se genera el efecto opuesto (“pensar en no pensar, ya es pensar”), más presente están esos síntomas y más miedo queda condicionado.

 

En EL TALLER EMOCIONAL aplicamos mediante la terapia breve estratégica, protocolos de intervención altamente eficiente y eficaz. Aplicamos prescripciones, técnicas y experimentaciones para romper esas SOLUCIONES INTENTANDAS disfuncionales y romper la “cárcel” del trastorno de pánico en tiempo breve y con resultados estables y mantenidos en el tiempo. Las primeras 5 sesiones suelen ser de una frecuencia semanal, y se enseña al paciente enfrentarse al MIEDO AL MIEDO, primero observando los síntomas sin intervenir en ellos y posteriormente se le enseña a provocar la ansiedad para poder controlarla, mediante procedimientos avanzados y evolucionados en psicoterapia.

La medida de tratamiento exitoso en los trastornos de pánico rondaría las 12 sesiones de media, produciéndose los cambios más significativos dentro de las primeras 5 sesiones. El resto del tratamiento es fundamental para arraigar los cambios, mantenerlos en el tiempo y prevenir recaídas. Si el inicio del trastorno se basa en la irrupción de un trauma (fallecimiento de un ser querido, acoso…) ponemos en marcha el protocolo EMDR para procesar el evento traumático que alimenta el trastorno.

SABÍAS QUÉ…?


...la mejor forma de controlar y eliminar los ataques de pánico es, pardójicamente, aprender a provocarlos?

... uno de cada 10 adultos ha sufrido alguna vez un ataque de pánico?

...el trastorno como tal afecta al 2% de la población?

¿Necesitas alguna información más sobre el tratamiento de los ataques de pánico antes de pedir cita?

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